REFLEXIONES DE UNA DISEÑADORA SOSTENIBLE
¡Hola, mis pequeñas osadas!
Hoy quería invitaros a reflexionar con este post (prometo no ser muy brasas) y ya de paso desnudar mi estudio para vosotros y desnudarme yo también con él.
Si me dieran un euro por cada una de las veces que he escuchado a alguien comentar que la moda sostenible es cara, ¡sería rica! Y es verdad, la ropa de los grandes almacenes es mucho más barata. Lo sabemos. Y sabemos que al planeta no le hace ningún bien. Pero también sabemos que sus ofertas y escaparates atraen como una tragaperras y nos resulta sumamente difícil resistirnos a la tentación. ¿2X1? ¡Me lo llevo! Todos sabemos que su calidad es terriblemente mala, así que son muchas las personas que lo asumen, se la ponen y la tiran. No la llegan a lavar nunca. Ropa de usar y tirar.
Vivimos en un sociedad donde la presión económica es brutal, tal y como comenta Laura Martínez Hortal, colaboradora de Slow Fashion Next.
Como ya tengo mis añitos…¡ja, ja, ja!…he visto nacer y crecer a esos gigantes textiles allá por mi adolescencia. Sus precios en principio eran caros, pero muy pronto empezarían a recortarlos enviando su producción fuera. A las PYMES, como en las que yo trabajé, no les quedó otra que adaptarse o morir, arrastradas por aquella marea. Se convirtió en una carrera por encontrar los talleres de confección más baratos sin importar el cómo y el dónde.
MI EXPERIENCIA
Mi primer viaje a China fue en 2004, el propósito era hacer un seguimiento de la producción. La primera en la frente: niños en los talleres. Cuando salían de los colegios, entraban en las fábricas y se sentaban junto a sus madres, entre las máquinas de coser. Nos aseguraron que allí no trabajaban menores, sencillamente vivían en las fábricas. Pero vivían de verdad. Comían, cocinaban, lavaban la ropa y dormían en cuartitos maltrechos. Una práctica que, gracias a Dios, prohibió su gobierno en pocos años.
Aquella experiencia en los talleres chinos me marcó mucho.
Después de aquella experiencia, hubo otro acontecimiento que me hizo replantearme muchas cosas. Y fue el resultado de esa carrera en búsqueda del “más barato todavía”. En 2013 se desplomó el centro textil Rana Plaza, en Bangladesh, donde murieron 1.132 personas. La noticia dió la vuelta al mundo, y creció la preocupación social por las condiciones en las que se fabrican los productos low cost. A raíz de aquello, también empezamos a tener en cuenta la huella medioambiental. Según datos del Banco Mundial, el 20% de la contaminación del agua, proviene de tratamientos textiles. (Datos de El Diario).
MANOS A LA OBRA
Entonces, con toda ésta información, decidí ponerme manos a la obra y construir una marca de moda tal y como me gustaría que fuera el mundo. ¡O por lo menos intentarlo!
TEJIDOS ORGÁNICOS SOSTENIBLES: Son telas ecológicas y sostenibles, con certificado GOTS (Global Organic Textile Standard). ¿Y qué significa exactamente orgánico? Significa que no se han utilizado componentes químicos, como fertilizantes, herbicidas, pesticidas, semillas modificadas o cualquier otra sustancia que influya en el crecimiento de la planta. Las plagas se aplacan con procedimientos naturales y tradicionales y la recogida es manual. Además de hacer un uso óptimo y sostenible de los recursos naturales locales.
Sin esas “ayudas” químicas, las cosechas de algodón son más pequeñas y su cultivo se encarece.
RECICLAJE: Las telas y prendas viejas no se tiran. ¡Me vienen genial! Doy otra vida a prendas que ya no me pongo. Algunas las adapto para mi hija. Con otras hago las pruebas de tallaje (prendas prototipo para analizar el corte, el patrón y como sienta). Utilizo sábanas viejas, el antiguo saco de la silla de mi hija, un abrigo con un agujero, retales varios…básicamente todo lo que cae en mis manos. Y con las prendas que tienen poco futuro (por que la tela está ya muy deteriorada) las descoso y me quedo con los botones, cremalleras y todo lo que sea utilizable. ¿Por qué lo hemos dejado de hacer? ¡He visto hacerlo a mi madre millones de veces!
MATERIALES AUTÓCTONOS: Ahora sabréis el por qué de “desnudar para vosotros mi estudio”, ¡no tengo nada que ocultar! Quiero compartir con vosotros quiénes son mis proveedores y de qué forma ayudo a la economía local. ¡Vamos allá!
DE QUIÉN ES EL MATERIAL DE TU VESTIDO
Tejidos Carmen Avilés: Tienda local de tejidos en pleno Valladolid.
Tejidos Rebés: Empresa textil veterana de Barcelona.
Waixo: Empresa de estampación digital vizcaína. Utiliza tintas al agua, ecológicas y delicadas con la piel.
Mercería Ana: Tienda local de tejidos y fornituras ubicada en Valladolid.
Mercería Botton: Empresa de fornituras de Albacete.
Mercería Pontejos: Empresa de fornituras de Madrid.
Personal labels: Empresa de Zaragoza de etiquetado.
Comercial Andrés: El “doctor” de mi máquina de coser y proveedor de gadgets. De Valladolid.
Fasa World: Empresa barcelonesa de cartuchos de tinta para impresoras.
Totem: Tienda vallisoletana de papelería y productos de artes plásticas.
CST: Impresión de patrones, escalados y marcadas. Cosas mías raras de patronaje…Están en Valladolid.
Gráficas Croma: Imprenta de Valladolid.
Manufacturas VG: Distribuidora sevillana de camisetas.
Shipius: Empresa madrileña de mensajería.
Latencia Creativa: Fotografía de Valladolid.
Nimalia: Fotografía de Valladolid.
¡Seguro que me dejo a alguien! Todas estas empresas ofrecen productos que, muy probablemente, se podrían encontrar por internet y fuera de España a precios más económicos. Pero, como dice el refrán: “no hagas a otros lo que no quieres que te hagan”. Y sí, les hago publicidad gratis. Porque quiero y porque me da la gana. No pasa nada por ser un poco más altruistas. ¿No creéis?
Bueno, hasta aquí hemos llegado. Espero que no se os haya hecho muy pesado y que os haya hecho reflexionar aunque sea un poco. Todavía me falta por probar con tejidos reciclados, eliminar el plástico de la producción, etc…Sé que aún me queda muuuuucho camino por recorrer y con cada colección voy moldeando el estilo de ésta pequeña empresa para ofreceros lo mejor de mí. Y si, además, pongo mi granito de arena para cuidar a nuestra Madre Tierra…¡pues mejor que mejor!
Antes de que os vayáis, echad un vistazo al catálogo de éste invierno. ¡Espero que os guste!
Un abrazo, pequeñas osadas y hasta otra!!!
DATOS: El Diario, Slow Fashion Next
IMÁGENES: Freepik